miércoles, 1 de septiembre de 2010


No me des tregua, no me perdones nunca.
Hostígame en la sangre, que cada cosa cruel sea tú que
vuelves.
¡No me dejes dormir, no me des paz!
Entonces ganaré mi reino,
naceré lentamente.
No me pierdas como una música fácil, no seas caricia ni
guante;
tállame como un sílex, desespérame.
Guarda tu amor humano, tu sonrisa, tu pelo. Dálos.
Ven a mí con tu cólera seca de fósforos y escamas.
Grita. Vomítame arena en la boca, rómpeme las fauces.
No me importa ignorarte en pleno día,
saber que juegas cara al sol y al hombre.
Compártelo.

Yo te pido la cruel ceremonia del tajo,
lo que nadie te pide:

las espinas hasta el hueso.

Arráncame esta cara infame,
oblígame a gritar al fin mi verdadero nombre.
J.C.

2 comentarios:

  1. Wow! Que pedido Solcete... Tiene destinatario, a que se debe? Muchas preguntas pero andas mas que desaparecida hace días niña... En fin, te extrañamos y esa foto que ví denota tristeza(?)

    ...Vos te burlaste al oido: Mentime despacio, servime otra copa...

    ResponderEliminar
  2. Anonimo! :) Me jodiste el comentario q iba a dejar en el post! ¬¬ Jajaja!! Estoy bien, vos sos mas exagerado q yo queriditoo! No ando desaparecida, q vos no me veas no significa eso, pasa q como andas por ahi de novio te olvidas de tus amigas (Jum)y cuando te acordass buehh aveces ando por otros lados... Mmm...Si,ando medio triste.

    Yo te empezaba a contar q no puedo convidar mas q promesas rotas...♪♫♫♪♪ (Hermosa Cancion, yo habia elegido esa para responder a tu duda existencial!)

    Beso!

    P.D: Podria Disimular Pero El Olor De Tu Voz Se Acurrucó Entre Mis Cosas...♪

    ResponderEliminar

Te busco, amor, en la vigilia y cuando duermo. En el pasado de mi vida, en el a-tiempo. Recorro gaviotas que me han prometido una respuesta. Golpeo soledades por si acaso sean tu escondite.
Y la sangre, la sangre de estos puños lastimados. Desde la biblioteca Pablo me ofrece veinte poemas que te nombran. Pero sigue el silencio.

Te busco, amor, en la pertinaz indiferencia de los días. En el dolor. La mordedura.
En la inabarcable zozobra de todo lo imposible.


Seguidores