martes, 13 de abril de 2010

Lluvia


Entonces comprendimos que la lluvia también era hermosa.
De cualquier manera la lluvia es saludable y triste.
De cualquier manera sus tambores acunan nuestras noches y
la lectura tranquila corre a su lado por los canales del sueño.
Tú venías hacia mí y los otros seres pasaban:
No habían despertado todavía al amor.
No sabían nada de nosotros. De nuestro secreto.
Ignoraban la intimidad de nuestros abrazos voluptuosos, la ternura de nuestra fatiga.
Estamos solos bajo la lluvia, solos en nuestro compartido,
en nuestro apretado destino, en nuestra posible muerte única,
en nuestra posible resurrección.
Te quiero con toda la ternura de la lluvia.
Te quiero con toda la furia de la lluvia.
Te quiero con todos los violines de la lluvia.
Tú estás arriba, suntuosa y bíblica, pero tan humana,
increíble, pero, tan real, numerosa, pero tan mía.
Yo te veo hasta en la sombra imprecisa del sueño.
Oh, visitante.
Ya es seguro que ningún desvío nos separará.
Iguales luces señaleras nos atraen hacia la compartida vida,
hacia el destino único. Ambos nos ayudaremos para subir la callejuela empinada.
Ni en nuestra carne ni en nuestro espíritu nunca pasaremos la línea del otoño.
Porque la intensidad de nuestro amor es tan grande, tan poderosa,
que no nos daremos cuenta cuando todo haya muerto,
cuando tú y yo seamos sombras, y todavía estemos pegados,juntos,
subiendo siempre la callejuela sin fin de una pasión irremediable.
Oh, visitante.
Estoy llena de tu vida y de tu muerte.
Estoy tocada de tu destino.
Al extremo de que nada te pertenece sino yo.
Al extremo de que nada me pertenece sino tú.
Sin embargo yo quería hablar de la lluvia, igual, pero distinta.
La lluvia es bella y triste y acaso nuestro amor sea bello y triste y
acaso esa tristeza sea una manera sutil de la alegría.
Oh, íntima, recóndita alegría.
Estoy tocada de tu destino.
Oh, lluvia. Oh, generosa.

sábado, 10 de abril de 2010


Querido amor, tal vez te has dormido en medio de un sueño,
o te has quedado en la estación donde las mariposas tienen alas de piedra.
O te escondes delante de mis ojos para que no te espere.
Es posible que estés en el olvido,
allí donde hay un color áspero del que no sé el nombre.
O tal vez estés caminando sigiloso por mi nuca y por mis manos.
Querido amor al que tanto quise tener entre los brazos de mi vida.
Tal vez te escondiste en una gota de lluvia extranjera
para nutrir la tierra que brota de mi sangre.
Amor de remiendo y zafiros. Querido, amado amor.


Que el miedo sea, acaso, una embarcación con rutas del color del futuro.
Un navío con marineros de arcilla,
con rostros de tormenta que traen la música del comienzo.
El miedo, ese que se aferra a la intemperie de una lluvia de ojos tristes.
Conocí una mujer, dije, ahora, que tenía ballenas blancas en las manos.
Manos de océano. Anillos de oro en el corazón.
Dormía en un lecho de guijarros y pájaros de miel soñaban por ella.
Temía el futuro; sentía el peligro del amor mientras amaba.
Que el amor hería, dijo, pero que nunca dejaría de amar.
Desde alguna sombra, yo intentaba conjugar su miedo con música de vida.
Ella tenía faroles en los ojos y un sabor a eternidad en la boca.
Conocí una mujer, dije, que sangra el cielo en las palabras.
Creo que está lastimada de invierno, como yo.
Ella escribe en los pájaros, en el agua de los estanques,
sobre los gestos amados de sus muertos.
Extraños seres vigilan en la noche.
Mientras, debajo de mi almohada, una nube azul.
Sobre el deseo un desierto donde siempre es primavera.
Y la pupila en el fondo de la piedad.
Y alguien que nombra como siempre, el silencio.
El fuego, sobre sus labios.
Que el miedo no sea música negra para el futuro.
Que la herida no. Que esta mujer conmigo.
Que esta mujer en mí. Que la dicha.
Que el amor.

No Hacen Falta Alas



No hacen falta alas para hacer un sueño
basta con las manos, basta con el pecho,
basta con las piernas y con el empeño.


No hacen falta alas para ser más bellos
basta el buen sentido del amor inmenso,
no hacen falta alaspara alzar el vuelo.


Si...Recojo fondos para pobres de amistad y de sonrisa,
recojo cuanto haya de bien en lo que esconde tu camisa
acepto cuanto pueda ser útil al coro que compongo
siempre que quieras compartir un sueño ancho, largo y hondo.


Oh... Recojo el hielo a la deriva de los poros congelados
luego con buena voluntad y mucha miel haré un helado
no le daré, no le daré al mentiroso y al cobarde
repartiré, repartiré sólo al que ama y al que arde.


Oh... No hacen falta alas para hacer un sueño
basta con las manos, basta con el pecho,
basta con las piernas y con el empeño.


No hacen falta alas para ser más bellos
basta el buen sentido del amor inmenso
no hacen falta alas para alzar el vuelo...

Yo no te pido que me bajes una estrella azul
sólo te pido que mi espacio llenes con tu luz.

Yo no te pido que me firmes diez papeles grises para amar
sólo te pido que tú quieras las palomas que suelo mirar.

De lo pasado no lo voy a negar
el futuro algún día llegará
y del presente
qué le importa a la gente si es que siempre van a hablar.

Sigue llenando este minuto de razones para respirar
no me complazcas, no te niegues,
no hables por hablar.

Yo no te pido que me bajesuna estrella azul
sólo te pido que mi espaciollenes con tu luz.

jueves, 1 de abril de 2010


Quiero que sepasuna cosa.Tú sabes cómo es esto:si miro la luna de cristal, la rama roja del lento otoño en mi ventana,si tocojunto al fuego la impalpable ceniza o el arrugado cuerpo de la leña,todo me lleva a ti,como si todo lo que existe,aromas, luz, metales,fueran pequeños barcos que navegan hacia las islas tuyas que me aguardan.Ahora bien,si poco a poco dejas de quererme dejaré de quererte poco a poco.Si de prontome olvidas no me busques,que ya te habré olvidado.
Si consideras largo y loco el viento de banderas que pasa por mi vida y te decidesa dejarme a la orilla del corazón en que tengo raíces,piensa que en ese día,a esa hora levantaré los brazos y saldrán mis raíces a buscar otra tierra.Pero si cada día,cada hora sientes que a mí estás destinado con dulzura implacable.Si cada día sube una flor a tus labios a buscarme,ay amor mío, ay mío,en mí todo ese fuego se repite,en mí nada se apaga ni se olvida,mi amor se nutre de tu amor, amado,y mientras vivas estará en tus brazos sin salir de los míos.


Le he encontrado en el sendero. No turbó su ensueño el agua ni se abrieron más las rosas; abrió el asombro mi alma. ¡Y una pobre mujer tiene su cara llena de lágrimas! Llevaba un canto ligero en la boca descuidada, y al mirarme se le ha vuelto grave el canto que entonaba. Miré la senda, la hallé extraña y como soñada. ¡Y en el alba de diamante tuve mi cara con lágrimas! Siguió su marcha cantando y se llevó mis miradas... Detrás de él no fueron más azules y altas las salvias. ¡No importa! Quedó en el aire estremecida mi alma. ¡Y aunque ninguno me ha herido tengo la cara con lágrimas! Esta noche no ha velado como yo junto a la lámpara; como él ignora, no punza su pecho de nardo mi ansia; pero tal vez por su sueño pase un olor de retamas, ¡porque una pobre mujer tiene su cara con lágrimas! Iba sola y no temía; con hambre y sed no lloraba; desde que lo vi cruzar, mi Dios me vistió de llagas. Mi madre en su lecho reza por mí su oración confiada. Pero ¡yo tal vez por siempre tendré mi cara con lágrimas!
Te busco, amor, en la vigilia y cuando duermo. En el pasado de mi vida, en el a-tiempo. Recorro gaviotas que me han prometido una respuesta. Golpeo soledades por si acaso sean tu escondite.
Y la sangre, la sangre de estos puños lastimados. Desde la biblioteca Pablo me ofrece veinte poemas que te nombran. Pero sigue el silencio.

Te busco, amor, en la pertinaz indiferencia de los días. En el dolor. La mordedura.
En la inabarcable zozobra de todo lo imposible.


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