
Cuando cada día al amanecer uno despierta soñando y creyendo que ese día será mágico,
y ya vestidos para salir a la escuela, al trabajo o a donde debamos ir, salimos;
cuando al salir comprobamos que el día no comenzó tan bien como imaginamos,
pensamos que al llegar al lugar de indicado todo empezará a estar mejor, que no depende del clima que nuestro día sea bueno; cuando por fin llegamos a ese lugar tan esperado durante el viaje descubrimos que el día ahí no es tan bueno y entonces creemos q ahora si todo está perdido, que ya nada va a hacer que sea mágico; cuando de pronto se enciende una luz en nosotros, pensamos que fuera de allí hay otras cosas, amigos, familia, lugares para recorrer, sentimos que aún queda esperanza; mientras esperamos que por fin toque la señal de salida de lo que hoy fue una cárcel para cada uno de nosotros, imaginamos como continuará el día ,
cuando al fin salimos, y al llegar a casa todo es diferente a lo que soñamos. La familia no está o quizá está pero no lo sentimos así, amigos no hay o tal ves los hay pero no podemos contar con ellos, y lo peor aún los lugares por recorrer se agotaron.
Entonces comprendemos lo pequeños que somos y lo peor de todo, descubrimos que al nacer nacemos solos y que al morir también lo haremos solos, no importa cuanta gente te rodee.Ya no importa que corra el calendario, porque ya no queremos despertar, para sentir una vez más el vacío de la soledad...
y ya vestidos para salir a la escuela, al trabajo o a donde debamos ir, salimos;
cuando al salir comprobamos que el día no comenzó tan bien como imaginamos,
pensamos que al llegar al lugar de indicado todo empezará a estar mejor, que no depende del clima que nuestro día sea bueno; cuando por fin llegamos a ese lugar tan esperado durante el viaje descubrimos que el día ahí no es tan bueno y entonces creemos q ahora si todo está perdido, que ya nada va a hacer que sea mágico; cuando de pronto se enciende una luz en nosotros, pensamos que fuera de allí hay otras cosas, amigos, familia, lugares para recorrer, sentimos que aún queda esperanza; mientras esperamos que por fin toque la señal de salida de lo que hoy fue una cárcel para cada uno de nosotros, imaginamos como continuará el día ,
cuando al fin salimos, y al llegar a casa todo es diferente a lo que soñamos. La familia no está o quizá está pero no lo sentimos así, amigos no hay o tal ves los hay pero no podemos contar con ellos, y lo peor aún los lugares por recorrer se agotaron.
Entonces comprendemos lo pequeños que somos y lo peor de todo, descubrimos que al nacer nacemos solos y que al morir también lo haremos solos, no importa cuanta gente te rodee.Ya no importa que corra el calendario, porque ya no queremos despertar, para sentir una vez más el vacío de la soledad...
